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La comida chatarra

Comida chatarra se llama a cualquier alimento que brinde demasiadas grasas y calorías y no suficientes nutrientes. Es posible que tengas problemas a la hora de resistirte después de ver algún comercial, de pasear por las góndolas de la tienda o si visitas un restaurante de comida rápida ya que suelen tener muchos manjares. Consumir una pequeña cantidad de comida chatarra puede ser parte de un estilo de vida saludable, pero si no vigilas tu ingesta de la misma, tu cuerpo puede ponerse en riesgo.

La comida chatarra, contienen grasas trans. Estas grasas, están relacionado a varios problemas de salud graves. Por ejemplo, se conocen por incrementar los nivele de colesterol “malo” y disminuir los niveles del “bueno”, lo cual puede aumentar las posibilidades de sufrir una enfermedad cardíaca, según La Escuela de Salud Pública de Harvard. Además, según ScienceDaily, una investigación realizada en 2010 por la Universidad de Emory descubrió que consumir grandes cantidades de azúcar agregada en alimentos chatarra puede incrementar la grasa en sangre y disminuir el colesterol “bueno” y así contribuir al riesgo de enfermedades cardíacas.

Obesidad y resistencia a la insulina  

Cuando se compara con adultos jóvenes que comen comidas rápidas menos de una vez por semana, aquellos que comen más de dos veces por semana muestran un aumento de peso mayor y tienen un gran incremento del riesgo de diabetes y enfermedad cardíaca al llegar a la edad mediana. Específicamente, los adultos jóvenes que comen comida rápida más de dos veces por semana aumentan 10 libras (4,54 kg) más y tienen un incremento en la resistencia a la insulina del doble. Se sospecha que el culpable del aumento de peso es la ingesta de la cantidad de calorías que contienen las comidas rápidas. 

Depresión 

Investigadores de Gran Bretaña han descubierto que hay una relación entre la depresión y la comida chatarra, según se explica en MayoClinic.com. Como parte del estudio, se observaron durante cinco años los hábitos de empleados de edad mediana. Era más probable que reportaran síntomas de depresión cuando seguían una dieta con alto contenido de postres, fritos, cereales refinados, productos lácteos grasosos, carnes procesadas y chocolate. De manera opuesta, los empleados que tenían una dieta centrada en pescados, frutas y verduras eran menos propensos a reportar dichos síntomas.