Comer bien y con facilidad!!!
¿Quieres hacerte la vida mas fácil?
La clave para que no te pase esto es la Organización. Por ejemplo, llegas de trabajar y te tienes que meterte en la cocina a hacer la cena. Y el mayor problema es que acabas comiendo mal y sabes que si lo haces muy a menudo tu salud puede llegar a resentirse.
Para comer bien hay que tenerlo fácil, que al llegar a casa sólo tardes unos minutos en preparar la comida y que además sea algo que te apetezca comer. Escoge alimentos que sean bajos en grasas saturadas y en colesterol. Debes comer más alimentos con fibra, como frutas, vegetales y cereales.
Escoger alimentos que sean bajos en grasas saturadas y en colesterol. Debes comer más alimentos con fibra, como frutas, vegetales y cereales.
→ Variaciones en tu dieta habitual y procura comer de todo. Evita la monotonía.
→ Come 5 veces al día.
→ El agua: un nutriente esencial. Bebe al menos 2,5 litros de líquidos al día. No esperes a tener sed para beber.
→ Picar entre horas: preferible frutas secas a cosas procesadas.
→ Frutas y verduras: 5 al día.
→ Comer sin prisa y evita problemas digestivos.
Organízate antes de cocinar.
Lo primero y más importante es hacer tu menú semanal, con el que te guiarás a la hora de saber qué cocinar. La segunda cosa importante es hacer la compra en consecuencia a lo que vas a cocinar para que no te falte nada cuando te pongas manos a la obra. Selecciona una buena lista de compra, si vas a cocinar para varios días ten en cuenta comprar el doble de alimentos ya que vas a hacer más cantidad de lo habitual. Y por último busca el día que mejor te vaya, yo suelo hacerlo el sábado por la tarde después de ir a comprar o el domingo, que así tengo todos los productos frescos necesarios para prepararlo todo.
Hay unos tips básicos a tener en cuenta siempre que cocines, sea el día que sea:
Casi cualquier comida se puede congelar, a excepción de las patatas y las comidas fritas. Los alimentos que consumimos a la plancha tampoco se congelan, ya que son mas saludables preparados en el momento y es algo que se hace rápido. Así que siempre que cocines intenta hacer de más para guardar en el congelador para el siguiente día. Cuando hagas un guiso ya sea de legumbres, de carne o de pescado haz el doble así tendrás para dos semanas.
La base de muchas comidas es el sofrito.
En lugar de hacer un sofrito pequeño haz uno lo más grande que puedas, lo divides en bolsas de congelación y ya tienes un montón de tiempo ahorrado.
Legumbres, arroz, cereales.
Algo muy útil es tener siempre este tipo de alimentos cocidos y congelados en porciones, así solo tendrás que dejar descongelar y podrás preparar con ellos un montón de elaboraciones, como ensaladas, revueltos, sopas…
Cocina un día y olvídate toda la semana.
Debes invertir un par de horas del fin de semana para cocinar la base de las comidas para toda la semana. Aunque te parezca un lío y mucho trabajo te darás cuenta durante las semanas siguientes lo cómodo que va a ser tener la comida o la cena lista en sólo cinco minutos, verás que merece la pena el esfuerzo.
Salsas.
Por ejemplo la boloñesa. Haz mucha cantidad, deja que se enfríe y congela por raciones.
Caldo de pollo.
Para hacer un rico caldo de pollo vas a necesitar un pollo limpio, dos traseras de gallina, dos puerros, 4 zanahorias grandes, dos cebollas y un poco de sal. 2 a 6 gr. de Sal a diario son esencial.
Salsa boloñesa.
Para la reina de las salsas para pasta vas a necesitar 1 kg de carne picada, 4 zanahorias, 4 cebollas, 8 ajos, 1200 ml de tomate frito, un vaso grande de vino, aceite y sal.
Trocea bien todas las verduras. En una olla pon un buen chorro de aceite y dora el ajo sin que se queme. Añade la cebolla y cuando esté transparente añade la zanahoria. Cuando el sofrito esté bien hecho pon la carne y la doras a fuego medio, cuidando que quede bien separada. Una vez bien dorada añade el vino y dejas evaporar a fuego medio. Por último añade la salsa de tomate y lo dejas hervir a fuego suave unos 10 minutos.
Almacena de forma organizada.
Por ejemplo, si mañana te toca comer ensalada de garbanzos hoy por la noche sacarás del congelador una bolsa de garbanzos y la dejarás descongelando en la nevera. Cuando mañana vayas a preparar la ensalada sólo tendrás que coger los garbanzos, añadirle un huevo duro de los que tienes ya cocidos y pelados, una lata de atún y alguna verdura de las que ya están troceadas y en menos cinco minutos ya tienes tu comida hecha.